Mantener a tu perro o gato en su peso ideal es uno de los regalos más grandes que puedes darle. El exceso de kilos no solo roba agilidad: acorta la esperanza de vida y aumenta el riesgo de enfermedades (artrosis, diabetes, problemas cardíacos).
Mira y toca las costillas:
Deberías poder sentirlas fácilmente con la mano, cubiertas por una fina capa de grasa, pero sin que sobresalgan demasiado.
La silueta cuenta:
Visto desde arriba, tu perro o gato debería mostrar una ligera cintura detrás de las costillas.
Observa el abdomen:
De perfil, el abdomen debe estar ligeramente recogido hacia arriba. Si cuelga demasiado, hay exceso; si se mete demasiado, puede estar bajo de peso.
Revisa la base de la cola y el cuello:
Si notas almohadillas de grasa blandas en esas zonas, probablemente hay kilos de más.
Atención a la barriga de los gatos:
La pancita colgante pequeña y balanceante es normal, pero si toda la zona del vientre se ve redondeada y pesada, suele ser grasa acumulada.
Recuerda:
Lo ideal es llevar un registro del peso de tu mascota en casa y reforzarlo con controles veterinarios regulares, para detectar a tiempo cualquier cambio y mantener su salud bajo control.